Synopsis
Una buena parte de las carreteras y autovías colombianas están gestionadas por empresas concesionarias que cobran peajes. Pero los usuarios tienen que soportar continuos derrumbes que tardan semanas en resolverse o baches y socavones por la falta de mantenimiento. El resultado es inseguridad viaria y retrasos en los desplazamiento, a pesar de pagar por el uso de las vías.